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Abonado de precisión

La fertilización variable o de precisión es un tipo de fertilización que consiste en aplicar una dosis diferente de fertilizante en cada zona de una misma parcela, siguiendo un criterio determinado.

Las prácticas de cultivo tradicionalmente se han orientado hacia una gestión uniforme del campo, ahora bien, se sabe que las propiedades del suelo, la presencia de plagas, enfermedades o malas hierbas y el rendimiento de un cultivo no son homogéneos dentro de una misma parcela ni a lo largo de los años. Las variaciones, tanto espaciales como temporales, justificarían un manejo diferencial de cada parcela de nuestra finca.

En ese sentido, el abonado de precisión o también llamada fertilización variable permite una gestión a la medida de los suelos y cultivos para ajustarse a la variabilidad de cada parcela optimizando el uso de estos. Para llevar a cabo esta práctica el primer paso sería obtener un mapa de suelos y con el mapa de rendimientos de la cosecha del año anterior y del vigor del cultivo observado a través de imágenes aéreas o de satélite se puede obtener mapas de aplicación de abonados y así organizar un abonado adaptado a cada zona.

↑ Fig: Mapa de abonado obtenido a partir de la cartografía del suelo, el mapa de rendimientos y la producción objetivo fijada del cultivo.

Obtenido el mapa de abonado a realizar, este se manda al ordenador del equipo de abonado que ajusta la dosis recomendada de fertilizantes sobre la marcha según la información del equipo GPS integrado en la maquinaria o en el tractor.

Para reconocer las diferencias en las características del suelo un método utilizado últimamente es cartografiando la conductividad eléctrica mediante sensores de CEa, de tipo electromagnético o de inyección de corriente, arrastrados por tractores o Quads con un equipo GPS para georreferenciar las lecturas.

Al final, para saber si las medidas tomadas han tenido éxito y llevado al objetivo deseado, es imprescindible una documentación de las cantidades cosechadas y así poder planificar el abono en un futuro. Hay que cartografiar los rendimientos.

← Fig: Máquina cosechadora con sensores que registran el rendimiento y lo georreferencia. Con la cartografía del rendimiento se logra una valoración completa del potencial real de rendimiento en el espacio de la totalidad de la superficie.

Nota: El mapa de rendimientos es una representación espacial de datos de rendimiento registrados durante la cosecha de un cultivo y se obtienen mediante la combinación de las coordenadas de posicionamiento global, con la información en tiempo real de cantidad de cosecha recolectada.

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Tras el estudio de la variabilidad espacial del suelo, su capacidad productiva y la reserva de nutrientes de esta, se realiza un mapa de fertilizacion variable que, aplicado con una abonadora de manejo variable o una abonadora convencional adaptada, se consigue el objetivo de optimización a cada zona de nuestro campo según sus necesidades.

Con la fertilización variable se aplica la cantidad necesaria por cada zona según sus necesidades y de esa forma se optimiza la cantidad de fertilizante, y por lo tanto, los costes de producción.